REUTERS - La federación de trabajadores más grande de Argentina se dividió en dos el jueves, como aliados del Secretario General Hugo Moyano, en una re-elegida votación rechazada por dirigentes sindicales rivales y la presidenta Cristina Fernández.
La fragmentación de la CGT sobre las diferencias políticas pueden permitir a Fernández dejar de lado el camionero rudo, que ha pasado de ser un aliado cercano del líder de centro-izquierda a uno de sus enemigos más peligrosos en menos de dos años.
Sin embargo, la fractura en el grupo refleja las más amplias luchas por el poder dentro del partido peronista dominante, y corre el riesgo de la profundización de la conflictividad laboral en la tercera mayor economía de América Latina como de dos dígitos en las reclamaciones salariales de inflación.
La elección de Moyano fue boicoteada por los líderes sindicales disidentes alineados con Fernández, que dicen que van a celebrar su propia votación en octubre. El conductor del camión anterior siguió adelante con el voto a pesar de que el gobierno dijo que no sería válida.
La fragmentación de la CGT sobre las diferencias políticas pueden permitir a Fernández dejar de lado el camionero rudo, que ha pasado de ser un aliado cercano del líder de centro-izquierda a uno de sus enemigos más peligrosos en menos de dos años.
Sin embargo, la fractura en el grupo refleja las más amplias luchas por el poder dentro del partido peronista dominante, y corre el riesgo de la profundización de la conflictividad laboral en la tercera mayor economía de América Latina como de dos dígitos en las reclamaciones salariales de inflación.
La elección de Moyano fue boicoteada por los líderes sindicales disidentes alineados con Fernández, que dicen que van a celebrar su propia votación en octubre. El conductor del camión anterior siguió adelante con el voto a pesar de que el gobierno dijo que no sería válida.