Pocas familias de los 44 tripulantes del submarino argentino
desaparecido hace nueve días quedaban el viernes en la base militar de
Mar del Plata, que algunos abandonaron al dar por muertos a los
marineros tras recibir la noticia en la víspera de que la nave habría
sufrido una explosión en el Atlántico Sur.
El
jueves, la Armada dio un claro indicio sobre el trágico final que
habría tenido el submarino al confirmar la detección de un “evento
anómalo” sonoro “consistente con una explosión” en un área cercana a
donde el submarino emitió su última comunicación el 15 de noviembre.
El ARA San Juan es el más nuevo de los tres
submarinos de la flota argentina y fue botado en 1983. Tiene un largo de
65 metros y funciona con motores diésel y otros eléctricos, según datos
oficiales. En 2008, la nave comenzó un proceso de ‘reparación de media
vida’ que llevó más de dos años.
Con información de Reuters
Algunas flores en homenaje a los marinos, fotos y
carteles de apoyo podían verse en el ingreso a la base, a la que el
submarino ARA San Juan, una nave clase TR-1700 construida en Alemania en
la década de 1980, debía llegar a comienzos de esta semana.
“Hasta
tanto no tengamos esa localización y detección del submarino, que es
fáctico, no podemos aventurar ninguna otra afirmación”, dijo el viernes
el portavoz de la Armada, Enrique Balbi, quien explicó que nuevas naves
se sumarían al operativo de búsqueda.
Desconsolados, varios familiares rompieron en
llanto el jueves al conocer la noticia de la supuesta explosión y
dijeron que autoridades militares les habían confirmado de manera
privada que la tripulación de la nave estaba muerta.
“No
sé si lo vamos a encontrar con vida, pero al cuerpo lo queremos. Él
salió de acá y queremos regresarlo”, dijo a periodistas en Mar del Plata
Jorge Villarreal, padre del teniente Fernando Villarreal, tripulante
del ARA San Juan.
El trágico suceso disparó un
impresionante operativo internacional de búsqueda y rescate en el que
participan cerca de 4.000 personas y unos 30 aviones y barcos de
Argentina, Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, Brasil y Chile.
El
viernes, el operativo tendrá que lidiar nuevamente con el mal clima,
que predominó en los primeros días de búsqueda pero había cedido a
comienzos de esta semana.
“El tema del pronóstico no viene muy bueno, ni para
esta tarde ni para todo lo que es el fin de semana, vientos fuertes a
muy fuertes”, dijo a la televisión Esteban Marquinez, coordinador
operativo en el puerto de la ciudad patagónica de Comodoro Rivadavia, de
donde salen muchas naves en busca del submarino.
El
caso acapara desde la semana pasada las tapas de los diarios, las redes
sociales y gran parte de la programación de los canales de televisión
de Argentina.
Con información de Reuters